jueves, 23 de diciembre de 2010

Insomnio de una Noche de Verano

El guerrero soy yo y tengo que matar a la araña. La araña es gigante; habla. Es una viuda negra.
No se la puede matar si no es abriendo una bolsa llena de humo o vapor. -(¿Bolsa de vapor?) Una vez abierta la bolsa enfrente de la nariz del bicho gigante, este cae sofocado y yo desperté de este sueño intranquilo.
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Eran las 3 o las 4 hs. aproximadamente cuando abrí los ojos y vi la pared. Me di vuelta hacia el otro lado. Me fui al baño. Volví a la cama.
Me acosté mirando la pared de vuelta. Quise dormirme inmediatamente mas fue en vano. Me di vuelta hacia el otro lado y permanecí así por unos 3 minutos. Pensé que si me relajaba de pies a cabeza eso propiciaría el sueño, o tal vez solucionaría el problema totalmente. Pero nada de eso pasó. En seguida estaba mi mente entregada a divagaciones intelectuales, y siendo espectadora de un desfile de ideas. Pero disimuladamente mi Conciencia echaba un vistazo a la conducta de mi mente, in fraganti, elucubrando todo tipo de pensamientos. Y de nuevo empezaba el trabajo de relajación.
Mi espalda ya transpiraba. Tenía calor, y por eso, me di vuelta mirando hacia la pared. ¡Al diablo con la relajación corporal! Cerré mis ojos, llenos de esperanza, como quien pide un deseo en su cumpleaños. -("Deseo poder dormir"). Enseguida me sonó una canción horrible en la cabeza, de esas con ritmo tropical que se ponían de moda de vez en cuando en los años '90. -"¡Oh, no!". Me dí vuelta hacia el otro lado. Ya no sabía que hacer, no se me ocurría nada. Entonces fue cuando una luz se apoderó de mí... No, mentira. La luz era la del amanecer. Sin embargo, en verdad se me ocurrió algo... Me levanté, encendí la computadora, abrí mi cuenta en Blogger y escribí esta porquería.

-"Ahora a ver si me duermo".