Atención supra-liminal: Lucida embriaguez lisérgica.
Tamborileo sináptico: Vertiginoso desliz a través de los bardos.
Me divierten las paredes desgraciadas.
Me revuelco entre el recuerdo y el olvido.
Mi cuerpo efervescente es frágil
pero extrañamente sansónico.
Hoy me atraviesa un ángel;
mañana, un demonio.
Vivo la vida
como un pintor daltónico.