lunes, 19 de diciembre de 2011

Naromi

El monitor de la computadora iluminando un rostro. Un matecocido negro, como el resto de la habitación, a un lado del teclado. Naromi escribe a la par de su pensamiento. Tiene la teoría de que los pensamientos son tridimensionales y que es ésa la razón por la cual es muy difícil (hasta absurdo) escribir un ensayo intentando plasmar las ideas. El mundo de las ideas es como una red tridimensional, como una red neuronal. Un concepto se enlaza, al mismo tiempo, a otros dos o tres que a la vez se enlazan a otros cuatro o dos. En la escritura, y en casi toda forma de expresión, la línea de la idea va hacia una sola dirección, lo que hace imposible la clara y sincera manifestación de una idea entera. Naromi ya ha intentado escribir un extenso ensayo acerca de lo que piensa, pero concluye en que es 'una tarea sin fin'. Con ésas palabras es como se lo decía para sí, ya que recordaba una frase del libro de Eclesiastés: “Escribir libros es una tarea sin fin”.

Ahora Naromi está frente a su pantalla en blanco y escribe “Una vez más...”. Se detiene en éste punto. Quiere escribir sobre sí, pero no quiere incluir su nombre. Se le viene a la cabeza “Ramiro”, e intenta distorsionarlo empezando silábicamente de atrás para adelante: “Ro-mi-ra”. Piensa en “Romina”, pero es demasiado común. El nombre “Naromi” le parece bien ya que no revela sexo, ni nacionalidad (Aunque tenga cierto aire nipón). Mientras escribe todo ésto no se extraña de escribir sobre sí en tercera persona, solamente se pregunta cual es el límite de la auto-alusión dentro del arte, dentro de la vida. Pero cree poder desarrollar la idea más tarde. Mientras tanto, continúa con el primer párrafo:

Una vez más, Naromi se desvela escribiendo. Sobre ésta persona ha caído una terrible desgracia, y es que su pensamiento nunca se detiene y tiene la manía de ir siempre hasta las últimas consecuencias. Imagina otros mundos porque éste ya no le gusta más. Mejor dicho, se imagina otras alternativas para éste mundo. Imagina, por ejemplo, cómo sería un mundo completamente feliz. Naromi ha desarrollado extensamente la teoría de que el mundo sería feliz aquél día en que todo individuo habitante del planeta anule su propio Ego. Por cierto, su teoría no le pertenece, ya que lo han dicho los grandes sabios de todos los tiempos y de todas las culturas. Quién sabe por qué razón, los grandes sabios siempre son ignorados por las grandes masas. Y aquí estamos, padeciendo cada vez más, mientras los soslayamos.

A Naromi no le gustan las cosas demasiado prácticas (como las matemáticas), pero le gusta ser simplicista y práctico a la hora de comprobar sus teorías. Se pone en la siguiente situación: “Una madre reprende a su hijo por tardar en la juguetería y haber hecho esperar veinte minutos demás al padre que se encontraba en casa, hambriento, esperando a la madre para que cocine.” Naromi piensa que no es un buen ejemplo, pero el mate cocido que estaba tomando le había llenado la panza y era hora de ir al baño a orinar. No quiere soltar la idea, además suena en sus auriculares la segunda parte de “Shine on, you, crazy diamond” de Pink Floyd y no quiere perderse la fascinante introducción... Junta fuerzas; aprieta el botón de “Pausa” y antes de saber si es cierto que iría al baño, escribe (en la computadora) que se va al baño.

De vuelta en su silla escribe que antes de volver a escribir, Naromi partió una manzana para comer mientras escribe ésto. Ha leído que la manzana puede ayudar a mantenerte despierto mucho mejor que el mismísimo café, teniendo la ventaja de que, al ser un fruta, no es tóxica. También sabe que las semillas de la manzana contienen cianuro pero para que la dosis llegue a ser mortal se requieren de cantidades irracionales de semillas (algo así como una taza llena). Busca en internet para asegurarse de que lo que escribe es correcto. Aprieta el botón de 'Reproducir' y se enciende de colores su cabeza: la música continúa.

Entonces, sigue pensando acerca del hijo, la madre y el padre: El hijo sufre la reprensión de la madre, y seguramente la madre sufrirá la reprensión del padre que, en una sociedad patriarcal y machista como la de Naromi, espera a que la madre cocine, y ponga la mesa. Si para empezar el padre no tiene Ego, (Naromi recuerda la forma de filosofar de Alicia de Lewis Carroll) entonces la madre no se preocuparía por llegar tarde a casa ya que no tiene que satisfacer el ego del padre. Entonces, el hijo no es reprendido por la madre ya que no importa llegar diez o veinte minutos tarde a casa. El padre hubiera pensado que la madre seguramente tendría motivos para tardar y que él mismo, a causa de su falta de ego, haría la comida y pondría la mesa. Como consecuencia, al llegar la madre con el hijo, después de una larga caminata por el centro comercial, encontrarían un hogar cálido con olor a pollo frito, papas al horno y especias, con una mesa prolijamente servida y un televisor apagado.

Pero ésto no sucede en nuestra sociedad, que alimenta los egos de la gente de manera descarada. La escena sucede así: La madre —enojada porque ha reprendido a su hijo—, llega con el hijo llorando porque la madre lo ha reprendido. Luego el padre (que estaba esperando hambriento mientras miraba aplastado en su sofá algún programa de televisión sin relevancia), se levanta enojado y alza su voz “¿Por qué tardaron tanto? ¡Para eso yo me mato trabajando y vos te das el lujo de venir a cualquier hora! Seguro que te quedaste hablando con una de tus amigas, esas que te meten cosas en la cabeza y hablan mal de mí. Qué ejemplo para nuestro hijo.” La madre en vano intentaría explicarle al padre que el hijo había estado mirando juguetes en la juguetería y que ése era el motivo de la tardanza. El padre, cuyo ego habría sido herido, se encerraría en su idea de que es él la víctima. Entonces prosigue con su monologo repartiendo las culpas de todos sus males a:

  1. las amigas de su esposa,

  2. la familia de su esposa,

  3. el pasado de su esposa,

  4. los gobernantes de la provincia,

  5. el director técnico del equipo de fútbol con el que simpatiza,

  6. el presidente,

  7. Dios.


En ése orden.


Ante tan incómoda situación hogareña, y ante las diatribas contra su persona, el ego de la madre también se ve herido. Se victimiza a sí misma y reprende una vez más a su hijo. Como consecuencia, el niño llora en su cuarto; el padre enojado justifica su vicio de fumar alegando que el cigarrillo es lo único que lo ama; la madre se va a dormir sin hacer la comida. El humo del cigarrillo empeora la situación sumando al ambiente tenso: un aire irrespirable.

Naromi ahora recuerda que le había parecido absurdo escribir sobre la manzana y el cianuro en la semilla, pero se sorprende al ver que puede enlazar ésta parte del relato con la otra, ya que el cigarrillo contiene cianuro, además de otras 300 sustancias venenosas y cancerígenas. Lo que agrava la situación dentro de esa hipotética casa en la que el padre, además de estar cometiendo suicidio, está asesinando lentamente a toda su familia por la estupidez de creerse víctima. ¿Quién se cree victima? El ego de las personas.


Naromi comienza, tristemente, a asociar el ejemplo dado, con algunas escenas de su vida cotidiana. Es más, confiesa por escrito en su relato que sus padres son la principal inspiración para dar el ejemplo. Pero no quiere ahondar en temas demasiado personales. Cree que es menester explicar el concepto de Ego al lector. Recuerda que hace poco no supo como explicárselo a una persona de China en internet. Claro que en la sala de chat tenía la desventaja de no estar hablando en su lengua materna, por lo tanto no podía explicarlo con soltura.

Según lo que Naromi había leído (en su extensa lectura de literatura mística), vivido (en su corta vida de 17 años) y casi comprobado (en ciertas experiencias a través de estados alterados de conciencia), es que el individuo humano se divide en dos: el Ser y el Ego. (Ésta nomenclatura pertenece a los gnósticos, con quienes Naromi había estudiado esoterismo). Según los gnósticos —al menos según ésta secta gnóstica—, los pecados no son actos, sino 'entidades' que habitan en nuestras mentes. Los llaman 'vicios psicológicos'. Es una buena denominación que ayuda a entender mucho mejor ciertas actitudes humanas, como la de no reconocerse a sí mismo a la hora de haber hecho algo muy malo.

A lo que la gente normalmente llama 'vicio' (como el alcoholismo, la cleptomanía, tabaquismo, ludopatía, etc.) es apenas la punta del iceberg, la manifestación más bruta de todos los vicios que tenemos. Nunca se dice que las costumbres, la cultura es también un vicio del humano. Inclusive el nombre, la nacionalidad, todas las construcciones, convenciones sociales, todo lo artificial es creación y alimento del Ego. Todo lo que es vicio, es Ego, y el Ego eclipsa nuestro Ser. El Ser en cambio es nuestro lado eterno. Al Ser lo vivenciamos cuando vivimos un momento eterno, ya sea en meditación, tejiendo o en un momento al borde de la muerte.

Recuerdo haber leído historias de gente que al borde de la muerte toma las decisiones más correctas y sobrias de sus vidas. Sucede que la muerte trae consigo el desmoronamiento de todas las falsedades, ante la muerte solo queda lo que es verdaderamente importante y trascendental. Es lamentable vivir en una época en la que los humanos disfrutan de ensalzarse en la frivolidad y huyen de lo trascendental.

La moral social nos dice que hay que desatarnos de las adicciones. El cinismo dice que hay que desatarnos del apego a lo material y que el humano es un habitante del planeta por lo que no debe obedecer al Estado. Tanto los filósofos cínicos como los epicúreos, estoicos y escépticos postulaban que se podía llegar a un estado ideal llamado “Ataraxia” que se manifestaba en una actitud impasible ante toda circunstancia, como consecuencia de la abstinencia de juicio (Epojé). El budismo dice que hay que desatarnos, no sólo de los apegos materiales, sino de los apegos emocionales e intelectuales y nos da una herramienta para hacerlo, la meditación.

Naromi se auto-considera, principalmente, un Ser encarnado como mamífero perteneciente al género humano que está interesado en el comportamiento de su especie. No le interesa verse a sí como artista, o como habitante de un país, ni siquiera como mujer o como hombre. En éste punto, le es inevitable a Naromi detenerse en el tema de la homosexualidad. Le parece muy bien que haya manifestaciones que cuestionen las construcciones sociales. La sexualidad es una construcción social tan falsa como que me llamo Naromi, pero el sexo, en tanto género masculino o femenino es una cuestión objetiva. En sí, el pene y la vagina no son construcciones sociales, son manifestaciones biológicas naturales y funcionales. Uno está hecho para el otro como los polos del imán cuyos opuestos se atraen. A partir de ahí sólo me resta decir que no soy quién para juzgar el comportamiento de alguien, ya que no experimenté nunca sentimientos homosexuales por lo tanto no puedo opinar si es una rebeldía, una costumbre, una enfermedad o sólo una forma de vivir de entre miles que existen.

Así es como Naromi realmente aplica a su vida las cosas que piensa. Ésto puede ser a veces un tanto peligroso, pero sin duda pleno de romanticismo y poesía. Por ejemplo, Naromi es consciente de que el sólo hecho de manipular y hacer circular dinero te hace cómplice de todas las atrocidades que se hace con él, como el tráfico de armas, el tráfico de personas, la deuda externa, la explotación de miles y millones de niños, mujeres y hombres que trabajan en fábricas bajo condiciones inhumanas (para que puedas tener tus zapatillas, tu radio), poseer dinero te hace cómplice con los narcotraficantes, y protector del hambre de las gentes pobres. Por cada persona que se adapta a éste sistema sociocultural global, fracasa la condición humana de libertad y libre pensamiento. Simpatizar con las metas de éste sistema: la búsqueda de un título universitario y el éxito económico, envilece de inmediato puesto que para lograr las metas impuestas por éste sistema no hay lugar para la solidaridad, el Amor.

Es por ésto que Naromi ha abandonado sus estudios. Porque ya no le importa pertenecer a éste sistema pero con eso no es suficiente. Es necesario armar una revolución y salirse fuera de él por completo. Naromi planea hacerlo...



El sol ya se levantó, y sus familiares ya se despertaron. La inspiración de Naromi para escribir se mustia con el respirar del humo del cigarrillo de su padre. Decide dejar de escribir por hoy, y continuar otro día.

sábado, 26 de noviembre de 2011

Canto del artista

Ningún escritor sabe como debe comenzar un relato. Se puede comenzar por una introducción minuciosa, descriptiva, didáctica. Pero a medida que se escribe cada palabra, el escritor imagina a un lector aburriéndose como en un globo aerostático que nunca despega, como cansado de subir la escalera de un tobogán prometedor pero que nunca llega. Es por eso que otros escritores optan por iniciar el relato obviando datos, y el mismo relato nace en el medio de una historia. A el principio de la historia, que el narrador mutiló, el lector la sabe sin palabras, sin que nadie se la haya contado. ¿No es eso mágico?
Miro el reloj. Son las 4:44. Mi vida desordenada me permite más de lo que me priva. No es que no haya dormido en toda la noche, es que anoche me acosté muy temprano. “Muy temprano” para mí es a las 23:00 hs. Sucede que acostumbré a mi cuerpo a descansar en horarios incómodos para él. Comenzar a dormir a la hora 23:00 es para mi pobre cuerpo desgastado, como una bebida vigorizante que lo repone en seguida de cualquier batalla.
El artista es un mártir. Se lo margina a la vez que se lo ama (Y no estoy seguro de que la marginación sea menor al amor que se les tiene). Se lo desprecia por su forma de vida, sus costumbres erráticas, su personalidad desalineada. Nadie los entiende. Sólo el artista entiende al artista. Víctimas son de su personalidad y esclavos de su creatividad. Siempre paria.

—Papá ¿Qué es el Arte?
—El arte, hijo, es la más sublime de las expresiones humanas.
—¡Quiero ser un humano sublime!¡Quiero ser un artista!
—Te vas de casa. No voy a criar vagos en mi hogar, no voy a aceptar a un bohemio en esta familia bien reputada.

La más sublime de las expresiones humanas. La facultad más elevada, divinal, sanadora, honorable, altruista, solidaria, reveladora, visionaria, enriquecedora, sublime: la expresión del humano elevado es retribuida con la incomprensión, las espaldas y el maltrato de su entorno social. El artista está loco, ¿y qué tienen de malo los locos? ¿Y quién no tiene algo de locura dentro de sí?

—Los locos, hijo, no son personas. Concentráte en vivir para ser feliz, eso es lo único importante en la vida.
—Está bien mamá, gracias. Pero ¿Cómo se es feliz?
—Memorizate las tres “Comodidades”: Comer, cagar y copular. Pero para eso es imprescindible, primero, poseer plata. Y cuanto más dinero tengas, más podrás comer al prójimo, más te vas a cagar en el prójimo y más vas a copular con el prójimo. El dinero es felicidad hijo.
—En tu plan de vida no hay lugar para el arte, ni si quiera para el amor: No me gusta. Se parece a la vida de un gusano. Yo quiero ser artista, yo quiero ser un humano. ¿Qué hay de cuando mi cuerpo desgastado sea materia inerte?
—¡Bajo ninguna circunstancia cuestiones a la muerte!, pues ella es la madre de todo conocimiento. Huye del conocimiento si quieres permanecer feliz en las tres comodidades.
—Ya es tarde, madre. Me drogué. Conversé con la muerte y me contó todos sus secretos.
—¿¡Qué has hecho, hijo!? Ahora estás contaminado de conocimiento. Traicionaste la comodidad de la sociedad, manchaste la reputación de nuestra familia. ¡Loco!¡Vagabundo!¡Te vas de casa! No voy a criar magos en mi hogar, no voy a aceptar a un artista en esta familia bien reputada.

Es por eso que el artista canta solitario
los secretos que le confesó la muerte.
Procura comunicarlos, pero no lo logra.
No puede hacerlos penetrar
a través de los muros construidos
de prejuicios y conceptos.

Está bien, estoy loco:
no soy un humano
pero tampoco
un gusano.


*·.·*·.·*·.·*·.·*·.·*·.·*·.·*·.·*·.·*·.·*·.·*·.·*·.·*·.·*·.·*·.·*·.·*·.·*·.·*·.·*·.·*·.·*·.·*


—>A todos los artistas. En especial a Pablo Sebastián Salinas: ¡Seguí cantando lo que te contó la muerte!

lunes, 10 de octubre de 2011

Sabrás

El sonido que produce una mano en la quietud

en el futuro lo sabrás

El vaso posando sobre la mesa significa mucho más que 'un vaso posando sobre la mesa',

en el futuro lo sabrás.

Las mariposas multicolores soplan huracanes grises, en el futuro

sabrás por qué.


Mañana amarás lo que hoy maldices, la tiniebla será tu luz en el futuro

sabrás por qué.


Sabrás por qué carece de nombre la monstruosidad

Sabrás por qué se habían secado las hojas cuando necesitaste clorofila

Sabrás por qué erase una vez el ayer.

Sabrás por qué erase una vez el ayer.

martes, 16 de agosto de 2011

Afán de Fantasía, en Si mismo novena para lectores en voz alta.

Obertura:
Peñoglós
Peñoglo
Péñoglos
Péñoglosardón
Péñoglosárdot
(Adagio):
Todos los ismos son abismos [en el mozo] de la zona del lazo;
tanto que azota cuando toca todo lo mismo, todo lo mismo.
(Allegro):
La trama es magnífica y maestra, mamá.
La cama estrala y se hamaca, Macarena.
Sirenas marcan el compás en el mar
-del candombe- donde venden candelas
en la arena.
Los andenes han de estar tartamudos
dos tartas para ratas
con canela, para atrás.
Tarascón de mi abuela,
¡Mi abuelita! Pinta con tinta
listas lentas y están listas
para Elisa
el día de la bandera
que falmea;
él la iza,
otro la mea,
pero la lava
la lavandera
¿Lavaban a Eloisa en una tina de madera?
¿Eloísa es la lavandera?
Opereta (vivace):
-...
-¿Qué pasa que no hablás?
¿Sos mudo, no escuchás?
-Yo soy tartátar, tartátar.
-¿Dartagnán?¿Atar a las ratas?
-Sucede que soy tartátar, tartátar.
-¿Qué's lo que tramas con tanto blablabla?
-Yo soy tartátar, tartátar.
-¡Estoy harta!
-...
-¿Qué pasa que no hablás?
¿Sos mudo, no escuchás?
-¡Lo que pasa es que yo soy tartatár, tatartamudo!
Por eso prefiero siempre
pasar desabercibido
Por eso prefiero estar
-Desaperci -Siempre inhibido.
Scherzo (Presto):
Porque me has hecho hablar, te voy a castigar
gar
gantatan
zanianiá
gara-garage
Brújulalá
minaNá
po LesPaul, po.
Pol vo
vo lar
lar va
va lle
lle ga
ga ta
ta par
par te
te cho
cho car
car me-Sí.
Carmesí
(Andante):
Mis abismos cantan a todas moscas
misas diezmo camisas sarcasmo sarco
carbón.
<>

viernes, 29 de julio de 2011

Telaraña

Cuerdas tensadas • en cualquier dirección
suenan sordas • cuando suenan
gordas y mojadas • [empapadas] de secreción.

Apenas brillan • en la penumbra
como metales • que se herrumbran
dispuestos de tales • maneras que estos
parecen laberintos • -ingeniería del instinto-

que atrapan al que vuela • en una pegajosa rodela
sarro de tus dientes • anzuelo con ponzoña
de tela es el • Mandala de la Muerte

martes, 19 de julio de 2011

Hybaráqui

En una isla recientemente colonizada se descubrió que a sus habitantes les es casi imposible comunicarse con nosotros (la cultura globalizada) por culpa de sus extraños hábitos lingüísticos. Se trata de los aborígenes de Hybaráqui, los baraquíes. El distinguido antropófilo João Da Cabeça cree poder explicarlo.
"Estaríamos frente a una costumbre que se remonta a una vieja ceremonia folclórica". Da Cabeça observó que durante las conversaciones nunca se hablan a la vez, sino que se van alternando ordenadamente a través de un sistema ético complejo que consiste en empezar la conversación con una premisa y con una seña "pasar" la palabra a otra persona; ésta responde una breve opinión y le da la palabra a otra persona que no haya hablado, con la misma seña. Si el que no habló no tiene nada que agregar pasa la palabra con el gesto, y así sucesivamente hasta que la conversación muere naturalmente cuando ya nadie tiene algo que aportar. Las charlas no suelen durar mucho, los habitantes de la isla tienen mucho respeto por el silencio.
"El detalle del ademán fue clave para mi investigación -dice João Da Cabeça. Cuando averigüé sobre el gesto me dijeron que es como si se pasasen la vara ritual que es usada en las ceremonias matutinas de la interpretación familiar de los sueños, donde cada uno cuenta su sueño pasando la vara de miembro en miembro de la familia". Al ser un pueblo de pescadores, cuentan sus tradiciones que lo primero que se utilizó como objeto ceremonial fue un pescado. "Los baraquenses están en peligro de extinción desde hace tiempo -explica el antropófilo. El paso de utilizar la vara en lugar de un pez sucedió cuando vieron que los peces escaseaban. En efecto, rara vez se pesca algo hoy en día en las costas de Hybaraqui. La escasez es el pan de cada día en la isla; incluso la escasez de palabras".
Según João Da Cabeça la acción ritual de pasar la palabra se extendió, de una manera insólita, también al lenguaje cotidiano y el paso de la vara se reemplazó por un gesto. El hecho de hablar por turnos pudo haber generado la brevedad de sus enunciados para no hacer esperar al prójimo, pero esto también trajo otra consecuencia: la brevedad debería ser acompañada de la profundidad y de sentido. Todavía los estudios metaquinéticos se hacen esperar para corroborar si esto puede suceder, aunque se cree grosso modo que quien habla menos se esforzaría por contribuir cosas profundas cada ocasional vez que lo hace.
"Las conversaciones de los baraquenses se podrían describir como un ping-pong de proverbios -dice el distinguido antropófilo. La razón por la que hay interferencias entre ellos y nosotros es que ya casi carecen de conectores y otras partículas gramaticales para decir párrafos o monologar por largo tiempo; son practicamente incapaces de explicar algo detalladamente ya que su lenguaje sólo les permite expresar conceptos a grandes rasgos. A consecuencia de esto, son muy sabios -observa João- ya que se limitan a decir cosas importantes. Sus charlas rara vez sobrepasan el minuto, a menos que el caso sea el de dos personas que se están conociendo o de dos enamorados que deleitan sendos oídos con poesía."
Esta sabiduría adquirida a través de los años les ayudó a conocer las prioridades para la vida y la supervivencia; creando el mejor arma para enfrentar la pobreza de recursos. Tal vez deberíamos intentar imitar a estos isleños y dejar de hablar tantas frivolidades. Si habláremos menos, adquiriríamos conciencia de los que es verdaderamente importante y lo que es realmente verdadero y así poder sobrevivir a nuestro peor enemigo: nosotros mismos.

miércoles, 22 de junio de 2011

La Entrevista con el artista


La luz se enciende. El programa está devuelta al aire. El conductor habla.

─ Estamos en exclusiva con el artista revelación del año, Tomás Ferreira. Un músico con una búsqueda estética curiosa, diría yo. Usando siempre en las portadas de sus discos y en sus videos a gente de color. ¿Qué significa ésto para usted?¿Por qué lo hace?
─ Lo hice para revelar la hipocresía de la gente a la hora de hablar de anti-racismo e inclusión social. Si hubiera puesto gentes caucásicas de seguro el hecho habría pasado por alto, porque ellos son "normales" ¿no? Hice esto esperando éste momento y no se hizo esperar. ¡Claro!¡La "rareza" genera curiosidad!
Ahora le pregunto yo a usted. ¿Cual es la diferencia entre un hombre, hijo del cosmos, que tiene la piel más oscura y otro hijo del cosmos de piel blanca? ¿Acaso es usted completamente idéntico a su hermano?
─ Perdone usted. Mi intención no era...
No tiene porqué disculparse. Aquél que es movido por la masa no tiene por qué responsabilizarse por sus actos, ya que no actúa por sí mismo.
Pero ahora le sugiero a usted: Piense diferente.




miércoles, 1 de junio de 2011

Scenetta quotidiana.

Personajes:
Camarógrafo.
Un periodista de televisión.
Un chico de la calle

Se abre el telón. El niño está fumando paco en la calle.
El periodista y sus cámaras entran por la izquierda.
En el lado derecho se encuentra el niño.

_Periodista: ¿Como te llamás?
_Niño (intimidado): Yoni.
_Priodista: ¿Por qué fumás paco?
_Niño (evasivo): No... no sé. (camina lento, huyendo de las cámaras)
_Periodista (siguiéndolo): ¿Sabías que eso te destruye el cerebro y no te deja pensar?
(el chico no contesta, sigue caminando)
_Periodista: ¿Sabías que eso te está matando?
_Niño (impaciente, volviéndose hacia el periodista): ¿Y de qué me sirve pensar? ¿Y yo para qué quiero vivir?

El periodista y sus cámaras siguen al niño hacia de izquierda y salen.
Se cierra el telón



jueves, 31 de marzo de 2011

Confesiones de un ser humano

"Lo importante es no dejar de cuestionarse".
Albert Einstein

En la sociedad estoy bien visto. Si preguntas por mí a quienes me conocen, dirán incluso que soy bueno. Seguramente listarán mis valores y virtudes. Y es cierto, no parezco malo. No me gusta dañar. Prefiero la paz. Prefiero no sembrar la discordia. ¿Pero saben qué? Quiero contarles un secreto:

Un día horrible como hoy, camino al trabajo, vi a una mujer en silla de ruedas, y no había nadie al rededor para que le ayude; yo tampoco le ayudé. Me sentí muy triste pero en seguida estuve en mi oficina calentando mi silla. Ese mismo día, a una compañera de oficina había olvidado su teléfono celular en su asiento tibio. Cuando advertí esto, lo metí en mi maletín y lo llevé a mi casa.
Una vez que llegué a mi casa, fui al baño. El dolor de estreñimiento se hacía sentir; había olvidado el asunto del teléfono hasta que revisé mi maletín para sacar una revista. Palpé el celular y lo recordé. Miré sus fotos... No coincidía con el estilo de belleza que me gusta, pero era joven. Revisé sus mensajes; nada relevante... cosas como "Estoy yendo" o invitaciones para tomar mate. Me fijé quién le enviaba más mensajes:"Margui, Margui, Tía Estela, Margui, Rochi, etc... ". "¡Perfecto!" me dije, "al parecer no hay hombre, sólo amigas". Escudriñé su lista de contactos, y llamé a quien más figuraba en su bandeja de entrada: "Margui". Contestó la llamada en seguida:

_"¿Hola?" -dijo con desconfianza.
Había dudas en su tono de voz. Me puse nervioso por eso.
_"Encontré este celular... Eh... y quiero devolverlo."
_"¡Uf!¡Por fín!" -suspiró- "Estábamos buscando ese celular".
_"¿Usted conoce al dueño?" -dije, haciéndome el desentendido.
_"Sí, es amiga mía. Se llama Fátima"
_"¿Fátima? Creo que la conozco".-siempre haciéndome el que no sabe nada.- "¿No trabaja en una oficina por la calle Alvear?".
_"¡Sí, sí, ella!Una de pelo castaño que siempre lleva un camisa celeste." -replicó con entusiasmo.
(Nunca presté atención al detalle de la camisa).
_"Ah, yo trabajo ahí. ¡Claro! Con razón lo encontré ahí cerca" - dije procurando ocultar mi artimaña (qué imbécil).
_"¿Querés que lo pase a buscar?" -dijo muy amablemente.
_"No, no, no, dejá no más. Yo mañana se lo llevo. Gracias"
_"Bueno, muy amable, gracias".

Obtuve lo que quería, dijo que era "Muy amable". Ahora llamemos a otra persona: "Rochi"

_"¡Qué pasa, negra!"-dijo con confianza.
_"No soy tu amiga" -le contesté en seco, como ya acostumbrado a la situación. Y para que no parezca un secuestro agregué -"Encontré este celular por ahí, y quiero devolvérselo a su dueño."
No voy a ahondar en lo que pasó en esta conversación. Procedí parecido a la otra charla. Hasta que agradeció mi loable iniciativa de devolver el aparato. Me sentí satisfecho, pero además, no podía gastar más crédito.

Al día siguiente cuando fui al trabajo, no vi a la señora en silla de ruedas. Me alegré de no tener que ignorarla. Era un día nacido para ser glorioso. Pero no encontraba a Fátima y eso me llenaba de ansiedad el estómago. Cuando ya mi silla alcanzó una temperatura considerable, la vi sentarse lejos de mí, como siempre. En realidad nunca habíamos hablado antes. Y aunque sí sabía su nombre, me hice el desentendido.
_"¿Vos sos Fátima, no?".
_"Sí". -contestó naturalmente.
_"Ah. Yo encontré tu celular" -para disimular mi estúpido rostro triunfante, me apresuré a abrir mi maletín para sacar el teléfono.
_"¡Ay! ¡Gracias!" -exclamó estirando todas las "aes" de la frase. Me abrazó frente a mis compañeros de trabajo.
_"Nah, de nada" -repliqué como si fuera cosa de todos los días, con ese tonito de argentino ganador.
Lección: "¿De qué sirve ayudar a una señora en silla de ruedas si nadie está mirando, nadie va enterarse y encima es fea y aplastada?"
De paso me gané el aprecio de Margui y de Rochi. Cuando las conocí me parecieron tan carentes de inteligencia, que durante todo el encuentro bebí, fumé y luego me fui sin haber hablado.

Sí, es cierto. Soy un ser repugnante, abyecto, de mente morbosa. Mis zapatos huelen terrible y mis pensamientos también. Esos grandes ideales que digo tener, son pura máscara. Tengo hongos en mis pies. Dentro de mi casa no hago nada de lo que digo hacer. No me importa gran cosa lo que los demás opinen. A veces me dan ganas de mandarlos al diablo a todos. ¿Saben por qué? Porque son todos unos hipócritas. Porque estos secretos no son solamente míos si no de casi todo ser humano, pero nadie habla acerca de ellos. Yo sí me atrevo a hablar de ellos.

Me molesta mucho esa gente que dice frases como "porque la gente esto", "la gente es aquello". ¿Qué se creen? Ustedes también son "la gente". ¡Háganse cargo, hipócritas! La gente no reflexiona sobre esto. Y yo soy uno de ellos. ¿Qué me creo? ¡Yo también soy "la gente"! Pero sin embargo amo a la humanidad. Mis sentimientos humanitarios y pacifistas son grandes. Tan grandes como la parte oscura de mi personalidad.
¡Claro!¡Ahora soy yo el diablo! ¿Cuánto apostamos a que si a una persona cualquiera se le dice que es mala, lo negará a muerte? Pero yo soy transparente, decidí desnudarme frente a todos. Soy esto. Soy una basura como todos, soy un tesoro como cualquiera.

Descripción poética de hoy por la mañana

Anoche me acosté tarde,
pero desperté temprano
ya que había soñado
que un ser querido fallecía.
Quise escribir poesía
mientras mis oídos duelan,
porque el silencio nunca hiere
y los sonidos rechinan

No quiero oírte, radio.
No quiero oírte, ruido.
Soñé que un amado corazón
dejaba de latir;
ahora pienso que a ese sonido
siempre quisiera oír.

Por más dolor en el oído,
por más tamaña desazón.
Quisiera oír siempre el latido
de tu amado corazón

lunes, 21 de marzo de 2011

Hoy (11/07/09)

Tal vez hoy cambió mi vida, no sé exáctamente porqué, pero eso es lo que siento. Eso es lo que siento y eso es lo que importa.
Sólo quiería conmemorar este día porque sé que después queda la fecha archivada.
Toda mi vida cultivando esta persona que me tocó ser, para que un factor de la mismísima personalidad y una situación de pesadilla hagan caer las columnas ideológicas que edifiqué con coraje. Me sentí un estúpido. Me sentí aún más insignificante de lo que me quisieron hacer sentir. Pero creo que me encontré otra vez con mi ideología y la voy a reconstruír otra vez.
No hay nada peor que sentirse traicionado, por otra gente y por vos mismo (simultáneamente). No hay nada peor que perder la esperanza y que la vida no te importa. Si estás yendo o viniendo; que eso no te importe, es lo peor. No hay nada peor que vivir sólo porque no estás muerto; flaquear tus piernas y que te lleve la corriente, la inercia. Sentirse decepcionado, vacío, sólo, traicionado, insignificante: infeliz.
Pero después de la lluvia sale el sol. Hoy me sentí vivo, pero no sé si porque experimenté un momento que me recordó lo que era sentirme vivo o porque realmente me sentí vivo y felíz. ¡Felíz! Jajajajá. No lo puedo creer. La vida es realmente asombrosa y no hay ficción que la supere. Gracias. No puedo discutir con El Destino, fué una persona desconocida la que hizo esto . . . sin saberlo.

Escrito el 11 de julio de 2009 en Facebook

lunes, 7 de febrero de 2011

Oda al Jabón viejo.

¡Pobre jabón, seco y viejo!
Lo han abandonado.
Compraron uno nuevo
gordo y brillante,
cuyo vigoroso cuerpo
es suave y espumante.
¡Qué asco te daría
si te unieran con aquél otro
joven y vanidoso!
(aromático y espumoso)

Ya en desuso cayó
aquél blanco y desgraciado jabón
que procura sorber gotas de humedad
para aplacar su agonía,
ya que, aunque parezca ironía,
quiere morir pues no soporta l’adversidad.
A veces el jabón áspero y delgado
pasa meses y años
desventurado y avergonzado
en el cuarto de baño.

¡Pobre jabón, seco y viejo!
Agazapado en algún azulejo
Lo han abandonado.

Pero algún día,
cuando el gordo jabón brillante
haya desaparecido,
algún infante distraído
te invitará a jugar
y a chapotear
hasta tu muerte.

En el Reino de las Cloacas
tu espíritu de culpas expiarás
y en el Océano cósmico
la disolución eterna alcanzarás.

Amén.

jueves, 20 de enero de 2011

Días sin nombre

Hay días
en que lo más interesante que sucede
es el sueño que tuviste,
antes de comenzar el día.

(Incluso a veces ni siquiera recordás el sueño.)

Son días sin nombre, aquellos estorban.
Aquellos que te s e p a r a n de la fecha deseada, anhelada, esperada.

Son días sin identidad, aquellos olvidados.
Aquellos que escapan a tu memoria, porque carecen de contenido.

Hoy puede ser uno de esos días. Esos días en que no ocurre nada (interesante). Días remolones, con la presión baja. Días anónimos, en los que crecemos sin darnos cuenta.

El tiempo pasa siempre.
El tiempo pasa, desapercibido.
El tiempo pasa desapercibido siempre.