¡Pobre jabón, seco y viejo!
Lo han abandonado.
Compraron uno nuevo
gordo y brillante,
cuyo vigoroso cuerpo
es suave y espumante.
¡Qué asco te daría
si te unieran con aquél otro
joven y vanidoso!
(aromático y espumoso)
Ya en desuso cayó
aquél blanco y desgraciado jabón
que procura sorber gotas de humedad
para aplacar su agonía,
ya que, aunque parezca ironía,
quiere morir pues no soporta l’adversidad.
A veces el jabón áspero y delgado
pasa meses y años
desventurado y avergonzado
en el cuarto de baño.
¡Pobre jabón, seco y viejo!
Agazapado en algún azulejo
Lo han abandonado.
Pero algún día,
cuando el gordo jabón brillante
haya desaparecido,
algún infante distraído
te invitará a jugar
y a chapotear
hasta tu muerte.
En el Reino de las Cloacas
tu espíritu de culpas expiarás
y en el Océano cósmico
la disolución eterna alcanzarás.
Amén.