El paisaje barrial estaba sembrado de perros tendidos en la sombra de algún árbol, con su reflexiva mirada hacia las urbes, mientras jadeaban. Ése día que hicieron 51ºC, había visto pasar a un colectivo urbano, a hora pico, lleno de calor humano. Un pasajero de saco y corbata sudando gotas gordas, me clavó una mirada como pensando: "¡Qué fácil es tu vida, ahí sentado en la sombra!".
Yo le contesté con otra mirada, como diciendo: "No tengo la culpa de que, por elección propia, decidas trabajar para algún otro tipo, que a la vez trabaja para algún otro tipo, y así sucesivamente; (en una red esférica de lavaje de culpas), que promueven el estilo de vida capitalista, y a su vez consumista que provoca toneladas de deshechos insalubres por año en el mundo; trabajando de esa manera estás siendo cómplice de la pobreza extrema en el mundo entero y del uso de productos derivados de petróleo que contaminan el medio ambiente y provoca el debilitamiento de la capa de ozono y la creación del efecto de invernadero que hace que hoy hagan 51ºC".
Mas o menos éso decía mi mirada pero no sé si el hombre entendió, ya que el colectivo urbano pasó rápidamente, levantando polvareda y dejando un hermoso humo grisáceo. *cof* *cof* *cof*
(Los cascos polares transpiran, es sabido. El calentamiento global es un hecho insoslayable.)
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