miércoles, 1 de diciembre de 2010

Esperando

Esperando. El sol estaba radiante y el colectivo no venía. Esperé 10 minutos. Esperé 20 minutos. Caminaba de un lado al otro, transpirando por el calor. El sol era implacable. No sabía qué hacer para amenizar la espera: Se me ocurrió entonces, ver como brillaban mis zapatos recién lustrados a la luz del sol, tal vez para sacarle provecho a esa luz incandescente que tanto me molestaba.

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